En el panorama económico y comercial global, pocas cosas resultan ser tan disruptivas como una guerra arancelaria. Este 2025, la más reciente imposición de aranceles de Estados Unidos a México y Canadá—con una carga generalizada de 25%—ha puesto al comercio binacional, cuyo valor anual supera los 839 mil millones de dólares, al borde de un abismo. Según Moody’s, el golpe podría significar para la economía mexicana una contracción de entre el 0.5% y el 4%.
Para los referentes empresariales mexicanos, esto no solo implica enfrentar desafíos en el corto plazo, como la volatilidad de los mercados y la rápida devaluación del peso, pero también competencias que deben afrontar inmediatamente para sobrevivir y reducir las desastrosas consecuencias económicas. ¿Cómo pueden enfrentar las empresas mexicanas esta amenaza? A continuación, se exploran las implicaciones de la guerra arancelaria y estrategias para prevenirlas.
Contexto de la Guerra Arancelaria
La imposición de tarifas en 2025 no es en modo alguno un acontecimiento aislado. La guerra comercial comenzó cuando el entonces presidente de los Estados Unidos Donald Trump emitió un ultimátum que exigía una mayor cooperación de sus homólogos norteamericanos en la contención del tráfico de fentanilo y la migración también. México, encabezado por Claudia Sheinbaum, se ajustó a las medidas de seguridad fronteriza más estrictas, sin embargo, le resultó imposible no verse afectado por los aranceles.
Esta decisión unilateral no solo desafía los compromisos establecidos por el T-MEC, sino que coloca a los productos exportados desde México al borde de pérdida competitiva en el mercado estadounidense. Sectores económicos clave están ahora frente a importantes transformaciones estructurales.
Consecuencias Económicas para México
Las consecuencias de esta guerra arancelaria son profundas y multifacéticas. Según Gabriela Siller de Banco Base, el tipo de cambio podría alcanzar hasta 21.50 pesos por dólar, impulsando una volatilidad difícil de gestionar financieramente. Esto desencadenaría:
- Alza inflacionaria: Dado que gran parte de los productos finales en México tienen algún componente importado, se prevé una presión significativa sobre precios locales.
- Contracción de la inversión extranjera: Los mercados volátiles alejan a los inversionistas, ralentizando el crecimiento industrial y produciendo menos empleos.
- Una posible recesión: Las proyecciones más sombrías indican una contracción de hasta un 4% en 2025, afectando severamente consumo e inversiones internas.
¿Una Respuesta Global?

Estrategias Empresariales para Adaptarse
Frente a estos retos, las empresas en México pueden tomar medidas proactivas para mitigar el impacto de la guerra arancelaria. Aquí destacamos cinco estrategias fundamentales:
1. Diversificación de Cadenas de Suministro
- Explorar el uso de proveedores alternos en países de economías emergentes, incluidos aquellos en el Sur Global.
- China y Vietnam se consolidan como puntos clave para diversificar la estructura de importaciones y exportaciones.
2. Renegociar Contratos Inteligentemente
- Implementar procesos como el should-cost modeling, para analizar detalladamente los costos y utilizar dicha información como herramienta en contratos con proveedores.
3. Valor Agregado para Clientes
- Ampliar servicios como gestión de inventarios y soporte técnico especializado que fortalezcan la relación empresa-cliente incluso ante precios elevados.
- Experimentar con propuestas adicionales como capacidades de ensamblaje reducido.
4. Aprovechar los Tratados de Libre Comercio
- México cuenta con tratados que excluyen aranceles en regiones como Europa y Asia. Las empresas deben capitalizar estas conexiones para reducir su dependencia en Estados Unidos.
5. Buscar Apoyo en Incentivos Gubernamentales
- Colaborar con iniciativas gubernamentales que apuntalen sectores específicos afectados. Por ejemplo, subsidios o créditos fiscales.
Cambios en el Flujo Comercial Global
Sin embargo, vale la pena señalar que en paralelo con el problema norteamericano, este evento también da lugar a una tendencia a largo plazo hacia un mayor comercio entre los mercados emergentes. En general, América Latina, así como Asia, se están dando cuenta en nuevos jugadores en las rutas comerciales globales.
Para México, esto significa la oportunidad de expandir los mercados en los que exporta, fortalecer relaciones bilaterales con las potencias emergentes y proteger la economía de futuras controversias dentro de Norteamérica.
Planear para una Economía Resiliente
La guerra arancelaria de 2025 marca un punto diplomático y económico crítico en la relación comercial entre México y Estados Unidos. Si bien los riesgos son altos, para las empresas mexicanas esto significa la oportunidad de adaptarse, diversificar y ser resilientes ante un panorama global cambiante.
Implementar estrategias basadas en análisis predictivo, diversificación y alineación con los valores fundamentales de comercio global será crucial para mantener su competitividad en el largo plazo.
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